Crítica de la película: Resident Evil: El Capítulo Final
"Me llamo Alice y esta es mi historia, el final de mi historia". Así empieza Resident Evil: El Capítulo Final, el que viene a ser el desenlace de la saga de videojuegos adaptada cinematográficamente más rentable de la historia. Cuidado porque vienen mordiscos en esta crítica.
Tras quince años desde que se estrenara la primera película, Resident Evil (2002), y tras cinco películas de mayor o menor éxito, depende de cada uno, ya tocaba ponerle broche final a una saga que no estaba envejeciendo correctamente y que acusaba una falta de ideas alarmante.
En Resident Evil: El Capítulo Final, Alice (Milla Jovovich) es una de las últimas supervivientes del gran apocalipsis que vive la humanidad desde la primera expansión del Virus T, que ha supuesto enfrentarse a hordas de muertos vivientes. Nos encontramos inmediatamente después de los acontecimientos ocurridos en Resident Evil: Venganza (2012). Tras la traición sufrida a su llegada a Washington DC a manos de Albert Wesker (Shawn Roberts), Alice tendrá que volver a Racoon City, es decir, al punto en el que se inició la expansión de este mortífero virus. Allí, la Corporación Umbrella está reuniendo fuerzas antes del ataque final a los últimos supervivientes del apocalipsis.
En una carrera a contrarreloj, Alice tendrá que echar mano de viejos compañeros, además de un nuevo e inesperado aliado. Será una batalla repleta de acción contra hordas de zombis y nuevos monstruos mutantes. Entre haber perdido sus habilidades sobrehumanas y el inminente ataque de Umbrella, esta será la aventura más difícil de Alice para salvar a la humanidad, que está al borde de caer en el olvido.
Lo primero que hay que decir es que si no has visto las cinco entregas anteriores no pasa nada por dos motivos: el primero es porque al comienzo de la película hacen un resumen de todo lo que ha ocurrido en la saga y el segundo es porque, realmente solo te hace falta ver las tres primeras y saltar directamente a El Capítulo Final para que tenga sentido la historia.
Resident Evil: El Capítulo Final es más de lo mismo: una sucesión de escenas de acción, en algunos momentos sin coherencia, sobre todo a mitad de la película, pero esta vez con un tono mucho más épico y dramático. Lo mínimo que se espera cuando se trata de un final de saga. La Humanidad se juega el todo por el todo y hasta el último momento no se sabe si Alice tendrá éxito en garantizar la supervivencia de la raza humana.
Vamos que si los seguidores de la saga esperaban un cambio como en los videojuegos donde la acción diera paso al miedo y la angustia, que es lo que ha pasado con el lanzamiento del juego Resident Evil 7: Biohazard, que se vayan olvidando. Bien pensado, no tendría sentido que al final de la franquicia cinematográfica le dieran este giro. Eso sí, algún que otro sobresalto sí que hay.
El punto fuerte de Resident Evil: El Capítulo Final, más allá de obtener todas las respuestas a las incógnitas creadas en las cinco películas anteriores, en sin duda Milla Jovovich dando vida una última vez a Alice, un papel que le sienta como siempre como anillo al dedo y que no se puede imaginar a otra actriz para dicho rol.
Todo lo contrario ocurre con otros personajes. Es el caso de Wesker (Shawn Roberts), una de los pilares de Umbrella en los videojuegos pero que en la película parece un espectador más y su papel está totalmente desaprovechado. Tres cuartas partes ocurre con el Dr. Isaacs, acostumbrados al papelón que hace Iain Glen como Sir Jorah Mormont en Game of Thrones, en esta película su actuación parece un chiste.
La balanza de actuaciones se compensa con Ali Larter dando vida una vez más a Claire Redfield, muy en la línea del videojuego Resident Evil Revelations 2 llevando incluso la chaqueta de cuero roja y una joven Reina Roja, inteligencia artificial muy humanizada gracias a la brutal interpretación de la joven Ever Anderson.
No falta en Resident Evil: El Capítulo Final el uso de escenarios y 'apariciones nostálgicas' ya vistos anteriormente en la saga que no podían perderse el final. Es el caso de Racoon City, la Colmena o los perros mutantes.
En definitiva, Resident Evil: El Capítulo Final es un final de franquicia más que aceptable. Si te gustan las películas de acción disfrutarás con ella y si has visto las anteriores, no puedes perdértela más que nada para saber cómo acaba el apocalipsis zombi más famoso de la historia del cine y los videojuegos.
Valoración: 7.5
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