Análisis de Layers of Fear
"Todo retrato que haya sido pintado con sentimiento es un retrato del artista, no del modelo’’. Con esta frase de Oscar Wilde y 'El Retrato de Dorian Gray' arranca Layers of Fear, un juego de terror psicológico que te hará sumergirte en la parte más perturbada de la mente humana y cuyo presente análisis muestra las impresiones que ha causado.
Si hubiera una forma de resumir Layers of Fear se podría decir que el juego desarrollado por Bloober Team es una mezcla de P.T., la demo de terror del cancelado Silent Hills, y Gone Home. Del primero hereda toda la angustia, la sensación de terror ante lo que pueda aparecer a la vuelta de la esquina o a tu espalda en un entorno tan reducido como es un par de pasillos mientras que de Gone Home hereda su escenario, una mansión, así como retazos de su argumento. De hecho se podría decir que Layers of Fear es Gone Home en formato de terror psicológico.
Recientemente ha puede observar una tendencia por el desarrollo de juegos de terror en primera persona como Resident Evil 7, el recientemente anunciado The Bunker o Allison Road. Esto no quiere decir que Layers of Fear sea uno más del montón, todo lo contrario, sus características han hecho que destaque en su género.
Termina tu último cuadro
Para empezar tenemos su argumento: en Layers of Fear nos ponemos en la piel de un pintor del siglo XIX que llega a su casa, una lujosa mansión, para terminar su último cuadro que le han encargado. En un primer momento podemos echar un vistazo a todas las habitaciones del inmueble y ver el estilo peculiar del artista en las obras que cuelgan de las paredes, mientras buscamos las llaves para entrar en la sala de pintura. Dentro encontramos un lienzo en blanco en medio de la sala, será cuando demos la primera pincelada cuando seremos trasladados a nuestra peor pesadilla.
Un pintor, un cuadro y una mansión. Con estos tres simples elementos y sin saber absolutamente nada más de la historia (semejanza con Gone Home) ni del pasado del protagonista o el inmueble se forja una historia impresionante. Por que sí, uno de los pilares de Layers of Fear es su narrativa y la historia que se esconde tras el protagonista. Como si de un puzzle se tratase, conforme se vaya pintando el cuadro se irán rellenando los huecos del pasado del protagonista.
Terror en estado puro
Como su nombre indica los juegos de terror son para pasar miedo y en Layers of Fear lo vas a pasar bastante. La mansión tan hogareña se convertirá en prácticamente en un ente vivo que parece querer destrozar al protagonista psicológicamente y al mismo tiempo al jugador dejarlo pegado al asiento.
La exploración que un primer momento era libre por todas las habitaciones de la casa da paso a una linealidad y concepto muy simple: cada estancia de la casa está una detrás de la siguiente, por ejemplo puedes estar en la cocina y en la siguiente puerta llegar al sotano. Habitaciones que al mismo tiempo nada tienen que ver con las originales y muestran graves síntomas de decadencia con suciedad, destrozos y alguna que otra sorpresa. Además una vez cruzada una puerta no puedes volver a la anterior porque, quizás ya no haya puerta.
La idea es que nunca sabes qué te vas a encontrar a continuación o detrás tuya. Estancias que cambian cuando ya no estás mirando, elementos que caen de las paredes antes de pasar por al lado, sombras, susurros y llantos así como ver cómo los elementos de la estancia cambian o literalmente se destrozan ante tus ojos son algunas de las situaciones que encontrarás a lo largo de tu trabajo como pintor. Recuerda que estás ahí para pintar un cuadro y por cierto, las obras tan especiales que decoraban la mansión te acompañarán durante el recorrido.
Jugabilidad simple
No hace falta tener una jugabilidad muy elaborada para ser un gran juego. En Layers of Fear simplemente puedes moverte y con un botón de acción interactuar para abrir puertas o muebles. Tampoco hay inventario aunque en determinados momentos llevaremos objetos cuya finalidad no se explicarán por motivos de spoiler.
La mecánica de juego como se explicó antes es simple: avanzar hacia adelante de una habitación a otra sin poder ir a la anterior. A veces podrás avanzar tranquilamente mientras que otras será necesario resolver un pequeño puzzle, pero no pasa nada porque apenas son complicados, bastante hay ya con los sobresaltos y sorpresas que hay preparadas.
Los coleccionables también hacen acto de aparición y lo son de tres tipos: por un lado están objetos comunes que harán al protagonista recordar un diálogo de su pasado. Lo curioso de estos objetos es que cuando estemos cerca el mando empezará a emitir susurros, lo cual teniendo en cuenta el tipo de juego en el que estamos puede resultar bastante inquietante al principio. Otro tipo son cartas y fotografías del pasado y el último son dibujos de ratas en diversas situaciones que puede parecer que no tengan nada que ver pero guardan relación con los anteriores tipos y con el protagonista.
De hecho me atrevería a decir que recogerlos todos es imprescindible si se quiere conocer toda la historia de Layers of Fear, la cual repetimos es el punto fuerte del juego. Haciéndolo se puede llegar a extender la vida del juego a unas cinco horas de duración.
La ambientación es magistral y hace que te sientas que acompañas al pintor en su camino hacia el término de su cuadro en todo momento. Algo que no decae gracias al guión. Además aunque lo estés pasando mal, te estés llevando sobresaltos y estés temeroso de lo que te espera, porque sabes que algo va a haber que te va a hacer saltar del asiento, no vas a poder parar de jugar hasta saber qué ocurre realmente con el pintor.
Los efectos sonoros son algo fundamental cuando de terror se está hablando. No solamente los portazos o los susurros que nos acompañan por toda la casa sino también la melodía de fondo en diversos momentos así como ese piano que suena en el menú principal y que su importancia tiene en la trama.
Un último apunte: acciones que parecen carecer de importancia harán que al término de la historia accedamos a uno de los tres finales que en realidad tiene Layers of Fear. Por lo que si quieres ver los tres, la rejugabilidad es obligatoria.
Conclusión
Si te gustan las historias de terror Layers of Fear te va a encantar. Su historia unida a una jugabilidad simple y a la mezcla de situaciones típicas de películas de miedo han hecho que este juego destaque sobre los demás del género. Así que apaga la luz y acompaña a este pintor en su último cuadro lleno de capas de terror. Y por cierto, tiene DLC -Inheritance- que amplía la historia por si no te ha parecido suficiente todo lo anterior.
Puntuación: 8.5
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