Reseña del cómic The Witcher 2: Hijas del Zorro

Geralt de Rivia da de nuevo un salto a la novela gráfica con The Witcher 2: Hijas del Zorro, una aventura sumamente oscura en la que una criatura pondrá en jaque todas las habilidades y experiencias del brujo y las ansias del lector para saber cómo termina.

El argumento de Hijas del Zorro es el siguiente: El brujo Geralt de Rivia continúa con sus viajes que esta vez le llevarán a bordo de un barco tripulado por criminales estúpidos y codiciosos. Entre ellos hay un secreto que les hará perderse en los pantanos del delta del Pontar y enfrentarse a una raposa con sed de venganza.

Aquellos que estén al día en las novelas sobre Geralt de Rivia del autor Andrzej Sapkowski se habrán dado cuenta que el cómic trata sobre uno de los capítulos del último libro de la saga, Estación de Tormentas.

Opinión

Para empezar el punto fuerte que tiene Hijas del Zorro es el enemigo al que tiene que enfrentarse el propio Geralt de Rivia: la rasposa. Esta criatura con forma de zorro y que puede transformar su cuerpo en la de una mujer manteniendo la cara de animal no es la típica criatura salvaje que ataca rabiosa sin ton ni son.

La rasposa pone las cosas muy difíciles a Geralt ya que su principal habilidad es la de crear ilusiones tan potentes y hacerlas parecer tan reales que llega a ser casi imposible saber qué es real y qué es mentira. Para colmo, el medallón de brujo no sirve para alertarle por lo que el instinto de Geralt será determinante para sobrevivir.

La historia es espectacular y típica de los libros, Geralt de Rivia se ve envuelto en una aventura que mantiene en vilo al lector en todo momento ya que conforme pasan las páginas la situación no hace más que empeorar y parece prácticamente imposible que salga algo bueno de ello. Los elementos de fantasía están perfectamente mezclados con el dramatismo, el horror y la desesperación que desprenden los personajes.

Quizás a los más puristas no les llegue a gustar del todo el dibujo de Joe Querio y Carlos Badilla pero engancha tal la historia que el dibujo llega a pasar a un segundo plano.

Para finalizar y como es habitual con la saga, la historia acaba con una lección para aprender: en este caso no es otra que la avaricia nunca es buena guía y que la naturaleza al final siempre gana.