La historia de Shao Jun, protagonista de Assassin's Creed Chronicles: China (Parte 1)

Assassin's Creed Chronicles: China presenta a Shao Jun, una Asesina de la que poco se sabía solamente gracias al corto Assassin's Creed: Embers. Ahora puedes conocer la historia de este personaje desde su infancia como concubina favorita del emperador hasta el descubrimiento de la guerra de Templarios y Asesinos y su ingreso en la Hermandad. Así fue la vida de Shao Jun.

Infancia como concubina

Shao Jun nació en 1505 como prisionera del imperio. Creció destinada a ser concubina de la Ciudad Prohibida y al principio tenía el rango más bajo y era una de las numerosas jóvenes que aspiraban a ser la mujer del emperador. Aprendió las artes tradicionales de las damas de la corte imperial: bordar, cantar y leer. Sin embargo, pronto mostró un talento excepcional para la danza y la música. Su agilidad y su discreción felina fascinaron incluso al emperador Zhengde.

Éste, como disfrutaba abusando de su poder para humillar a su corte, solía utilizar a Shao Jun como espía o ladrona a fin de elaborar bromas contra eunucos o incluso ministros. También prohibió el vendado de pies a Shao Jun para que no perdiera su habilidad para bailar, a pesar de que esta tradición era esencial en la época para convertirse en una mujer atractiva.

Cuando todavía era niña Shao Jun presenció la ejecución de Liu Jin, líder de los Tigres, un pequeño grupo de eunucos poderosos e influyentes. El emperador Zhengde había descubierto pruebas de los planes de Lui Jin para asesinarlo y mandó torturar al traidor mediante la técnica Ling Chi, también conocida como la muerte por mil cortes. La agonía del eunuco duró dos días y la joven Shao Jun nunca olvidaría el castigo por traicionar al emperador.

Aunque Liu Jin había robado considerables cantidades de oro y plata de los impuestos, fue traicionado y engañado por uno de sus propios hombres, Zhang Yong, agente de los templarios y su sucesor como líder de los Tigres.

A los trece años, gracias al talento de Shao Jun y al afecto que le profesaba Zhengde, había ascendido al rango de concubina imperial. Estaba en posición de convertirse en consorte imperial e incluso en emperatriz, al igual que otra muchacha llamada Zhang, su mejor amiga. Incluso entonces, Shao Jun no había visitado nunca la cama del emperador, puesto que éste prefería la compañía íntima de prostitutas y otras damas.

El emperador se consideraba un señor de la guerra y acudió al norte a enfrentarse a los mongoles que asaltaban regularmente el territorio chino. Shao Jun era una de las pocas concubinas que llevaba en sus expediciones, principalmente como espía y más tarde también como entretenimiento personal.

El emperador Zhengde murió sin herederos en 1521, cuando Shao Jun tenía tan solo 16 años. Su destino quedó sellado. Ya no se convertiría en consorte imperial ni emperatriz a menos que le gustase al sucesor de Zhengde. Sin embargo, no tenía pies y pechos elegantemente pequeños, estándar de belleza de las damas de la época.

Descubriendo una guerra milenaria

Los poderosos eunucos conocidos como los Tigres volvían a tener el poder. Después de que Zhengde ejecutase a su anterior líder habían permanecido en silencio y obedientes, pero ahora mostraban su verdadero poder y planeaban poner a su propio candidato en el trono.

Durante el interregno, Shao Jun usó sus talentos como espía con la esperanza de descubrir un modo de mantener sus privilegios como concubina real. Descubrió una guerra secreta que se libraba en la Ciudad Prohibida.

Los Tigres, liderados por Zhang Yong, en realidad trabajaban para la Orden de los Templarios. Había otra Hermandad rival que operaba dentro de la sociedad del imperio y se hacían llamar Asesinos. Su líder era Wang Yangming, un famoso noble y filósofo que había sido apartado de Pekín años antes por ofender al eunuco Liu Jin.

Shao Jun descubrió que los Tigres manejaban el destino de China desde las sombras y que tenían suficiente poder para colocar una marioneta en el trono. Debido a que ya controlaban a la mayoría de hombres influyentes de la corte, Shao Jun decidió ponerse en contacto con los Asesinos y unirse a ellos.

Masacre de los Asesinos

Shao Jun descubrió que Wang Yangming era el líder de los Asesinos, pero no fue la única. También lo hicieron los Templarios. Habían empezado a espiarlo y tenían identificados a muchos de sus aliados. Estaban listos para golpear y expulsar a los Asesinos de Pekín. La confusión que reinaba en la corte por la ausencia de un emperador coronado oficialmente era perfecta para que los Tigres eliminaran a sus adversarios. Planearon una operación masiva para librarse de los Asesinos pero esta vez fueron ellos los que cometieron errores. Las concubinas supieron del plan y Shao Jun pudo avisar a Yangming a tiempo.

Wang Yangming llamó a sus Asesinos a la Ciudad Prohibida para intentar matar a los Tigres antes de que estos pudieran golpear pero fueron derrotados. Los prisioneros fueron torturados y asesinados por Ling Chi y todos los sospechosos de cualquier vinculación o relación con los Asesinos fueron igualmente ejecutados. Ma Yangcheng, uno de los Tigres conocido como"El Carnicero" fue el encargado de las ejecuciones.

El investigador jefe, Wei Bin, también conocido como "La Serpiente" era muy concienzudo a la hora de señalar a los posibles traidores. Muchos inocentes murieron por orden suya. Parecía que ningún aliado de los Asesinos podría escapar de La Serpiente, lo que llevó al líder de los Asesinos a ordenar una retirada completa de la Hermandad de la Ciudad Prohibida así como de sus aliados, incluida Shao Jun.

Entrenando en la Hermandad

Durante un tiempo la Hermandad operó en Beijing con la esperanza de encontrar un punto débil en la organización de los Tigres y acabar con ellos antes de que pudieran usurpar por completo el poder imperial.

Entrenó a Shao Jun en el arte y la filosofía de los Asesinos, dándole el apodo de "hermanita". Como recluta, su don para el sigilo fue una valiosa herramienta que ayudó a reunir información de las operaciones templarías. Pero Shao Jun parecía incapaz de contenerse cuando tenía un templario a su alcance. Su talento para matar era tan elegante como eficiente y su maestro solía referirse a tal estilo como "danza de la muerte". Pronto alcanzó el rango de iniciada y recibió una hoja oculta.

Jia Jing, un primo del emperador Zhengde, fue nombrado nuevo emperador. No había duda de que era la marioneta de Zhang Yong. Su dejadez respecto a los deberes de un emperador resultaba perfecta para los Tigres: gobernarían en su nombre tomando decisiones importantes mientras él pasaba el tiempo en burdeles y palacios privados. Incluso elidirían a sus consortes para controlarlo mejor. Así comenzó el reinado de los Tigres. Yu Dayong, que pronto pasó a ser conocido como "El Esclavista", introdujo el tráfico de esclavos. Vendía a sus adversarios a los portugueses y obtenía unos enormes beneficios, al tiempo que humillaba y condenaba al exilio a los enemigos de los templarios. Mientras tanto Zhang Yong buscaba la forma de erradicar a los adversarios más destacados y preparó la intriga que llegó a ser conocida como "Controversia de los grandes ritos".

Durante esta operación, los Tigres mataron a muchos de sus rivales, no solo a los Asesinos. La purga liderada por Zhang Yong fue ejecutada por sus secuaces, conocidos como La Serpiente, El Carnicero y El Demonio.

Wang Yangming tuvo que desaparecer y Shao Yun fue entrenada por otro mentor, Zhu Jiuyuan. Bajo su tutela y durante la guerra secreta en Pekín, alcanzó el rango de Asesina de pleno derecho y realizó el salto de fe.

Demostrando su madurez, Shao Jun adaptó sus técnicas a los puntos fuertes y débiles de su físico. Insatisfecha con la hoja de muñeca de los Asesinos, diseñó una versión más ligera y versátil, idónea para las artes marciales. Esa hoja, que estaba oculta en su bota derecha le permitía realizar asesinatos letales en pleno combate cuerpo a cuerpo. Perfeccionó su habilidad con la espada en los callejones oscuros de la ciudad, enfrentándose a los agentes templarios.

Viaje al exilio

Antes de marcharse Shao Jun quería ver a su mejor amiga, Zhang, y asumió un riesgo increíble al infiltrarse en la Ciudad Prohibida. Conocía el sitio como la palma de su mano, pero de haber sido capturada, los guardias eunucos la habrían matado. Por suerte al emperador no le gustaba vivir en la Ciudad Prohibida y solía pasar mucho tiempo fuera de ella, lo que suponía una seguridad menos estricta de lo habitual.

Shao Jun se sorprendió de que Zhang quisiera quedarse a pesar de la crueldad y brutalidad del nuevo emperador. Zhang había sido bastante afortunada como para complacerlo y ahora era consorte imperial, el rango más elevado después del de emperatriz. Le dijo a su vieja amiga que se marchara en paz y no quiso oír nada sobre el control que ejercían los Templarios sobre los Tigres, ni sobre el hombre en cuya esposa deseaba convertirse. Shao Jun aceptó esta decisión pues recordó la importancia de su carrera de concubina cuando era una de las favoritas del anterior emperador. Y así se marchó de la Ciudad Prohibida por última vez. O eso pensaba ella.

Los Tigres estaban seguros de su control sobre China. Se retiraron a lujosos palacios para disfrutar de su nuevo poder y colocaron a otra de sus marionetas en un lugar destacado. Yan Song debía ser la cara pública de la administración, mientras Jia Jing se volcaba por completo en asuntos privados.

Desde las sombras los Tigres seguían dando caza a los Asesinos por toda China y empezaban a buscar artefactos antiguos, así como a consolidar su alcance y su poder financiero a través de diversas operaciones por todo el país.

Aislados, Shao Jun y Zhu Jiuyuan desesperaban y finalmente decidieron salir del país para pedir ayuda a otros Asesinos. Zhu sugirió acudir al maestro Ezio Auditore, cuya reputación se había extendido por todo el mundo. El viaje era largo y ninguno de los dos hablaba el idioma, pero no tenían alternativa.

Cómo fue su viaje y el encuentro con Ezio Auditore se contará en la siguiente parte de la historia por lo que... continuará.