Análisis de la demo de The Last of Us

Falta menos de una semana para que The Last of Us, uno de los grandes videojuegos de la actual generación y que más titulares y expectativas ha provocado, salga a la venta. Por lo tanto es el momento perfecto para analizar la demo de este juego de Naughty Dog, disponible gracias a God of War: Ascencion, y que deja entrever las claves de un título que promete hacer historia.

La primera sensación que se tiene tras terminar de disfrutar de esta demo es la de que te han dado un bombón antes de comer y estas deseando que llegue el momento para comerte la bolsa entera. Para cualquier seguidor de los videojuegos y e interesado en The Last of Us estos últimos días antes de que llegue por fin a las tiendas se presentan realmente duros y máxime después de lo que la demo ofrece.

Un pareja de supervivientes singular

El descargable presenta a Joel y a Ellie, la pareja de supervivientes junto con Tess, uno de los pocos personajes protagonistas que se han desvelado y superado el hermetismo que rodea al juego a nivel argumental. El trío se encuentra en la ciudad de Boston, un entorno urbano muy diferente al que todos conocemos con rascacielos arrasados y en la que la naturaleza se ha hecho dueña y señora del entorno... junto quizás algo más aterrador.

Nada mas tomar el control de Joel se pueden percibir algunas claves. Él será quien tome la mayoría de las decisiones, dirija el grupo y protegerá a Ellie. Por su parte la adolescente demuestra claramente que ha nacido en un mundo post-apocalíptico y no sabe nada de cómo era la civilización antes de la pandemia. Muestra de ello son frases que va comentando conforme avanzan por la ciudad destrozada como "Así que así son estos edificios de cerca... Son la ostia de altos" (refiriéndose a los rascacielos). Ante tanta tensión, cuyos motivos se explicarán a continuación, es agradable estarla escuchando y preguntando acerca de todo cuanto les rodea.

Una maravilla gráfica

Las condiciones atmosféricas tampoco son las más adecuadas teniendo en cuenta la intensa lluvia que padecen los supervivientes y que gráficamente muestra el cuidado con que Naughty Dog ha desarrollado The Last of Us y la grandeza que posee. Joel, Ellie y Tess están totalmente empapados tal y como muestra la textura, además como curiosidad si se acercaba Joel a una de las columnas de agua proveniente de superficies más elevadas, éste levantaba el brazo para cubrirse la cabeza. Incluso es una maravilla ver el efecto de las gotas de agua golpeando y deslizándose por los cristales de las ventanas.

El destino de los protagonistas es llegar al Ayuntamiento de la ciudad. Avanzando llegan a un edificio inclinado, sí inclinado, destrozado y que prácticamente está a punto de desmoronarse sobre nuestras cabezas. Ni que decir tiene que esperar que haya luz eléctrica es una broma por lo que habrá que echar mano de linternas. Sobresaliente de nuevo el trabajo de los chicos de Naughty Dog en este aspecto con los efectos de sombra, por ejemplo al iluminar a Ellie o a Tess su sombra aparece en mayor o menor tamaña dependiendo de si nos acercamos o alejamos de ellas.

Primer contacto con el Cordyceps

Es al entrar en este edificio cuando encontramos por primera vez al causante de la debacle de la Humanidad: el hongo Cordyceps representado a través de un chasqueador (un afectado por el hongo en su fase dos de infección). Sin embargo, está muerto pero delante de una puerta por la que obligatoriamente hay que pasar por lo que empieza el momento Quick Time. En determinados momentos habrá que pulsar repetidamente botones para superar obstáculos o despejar caminos.

Adentrándonos en las entrañas del edificio se empiezan a oír sonidos inquietantes que demuestran que no estamos solos. Es el momento de equiparse. The Last of Us es un juego en el que lo peor que se puede hacer es ir a lo loco. El sigilo es fundamental, sobretodo ir agachado y, al contrario que en Uncharted donde cada enemigo que se abatía daba bastante munición, en esta ocasión habrá que reservar balas.

En una de las salas encontramos otro chasqueador, esta vez vivo y tenemos dos opciones: distraerle o matarle para poder avanzar. Si se escoge el primer camino puede optarse por coger ladrillos y botellas de cristal para arrojárselas a él o a otro lugar para que se acerque a investigar. La segunda opción en cambio es preferible cuando se tiene un blanco claro porque, como ya se ha dicho, la munición es escasa.

A lo largo de las habitaciones se encuentran materiales que bien pueden servir para curarnos o para atacar. Por ejemplo la cinta aislante, un palo y unas tijeras combinadas puede crear un arma, eso si, habrá que hacerlo en un momento de tranquilidad ya que el juego no se pausa para administrar el inventario.

Rebuscando entre los restos también encontramos documentos coleccionables que cuentan la experiencia de otros supervivientes y un papel inquietante que explican las distintas fases de la infección por el Cordyceps. En la primera se muestran a seres humanos corrientes pero que han perdido la cabeza y atacan sin dudar a quienes no están infectados. En la segunda, se convierten en chasquadores, el aspecto cambia y son ciegos por lo tienen más desarrollados otros sentidos como el oído y al menor sonido nos habrán localizado. Para colmo es imposible acabar con ellos a puñetazos. De la tercera fase no se muestra nada y la pregunta es... ¿cómo sera la cuarta fase de la que hasta la fecha no se sabía de su existencia?.

El final de la demo concluye con un enfrentamiento entre Joel y varios infectados y un chasqueador en la que habrá que pensar muy bien la estrategia porque en el momento en el que uno de ellos te localicen el resto va como una jauría hacia él.

Las sensaciones de esta demostración de The Last of Us no pueden ser mejores. Por suerte no queda nada para que llegue el día 14 de junio y se pueda acompañar a Joel y a Ellie en su aventura. Llegó el momento de saber quién será el último de nosotros en sobrevivir al Cordyceps.