Análisis de Assassin's Creed 3

La lucha entre Templarios y Asesinos vuelve un año más y de qué manera. Assassin's Creed 3 supone un nuevo giro de tuerca en el que se aprovecha todos los aspectos positivos de los títulos anteriores para potenciarlos e introducir novedades que mejoran aún más el juego para sumergir al videojugador en una Revolución Americana en estado puro y de una forma nunca vista. El momento de Connor ha llegado y este es el primer capítulo de su historia.

Una nueva nación y un nuevo Asesino

Han pasado más de 200 años desde que Ezio Auditore 'frotase la lámpara' en la cripta bajo el Vaticano, desvelase la existencia de la Primera Civilización y Minerva le informase de que la Humanidad se acercaba hacia el Fin del Mundo, una catástrofe relacionada con el Sol cuya fecha es pronosticada para el 21 de diciembre de 2012.

La cuenta atrás ha avanzado hasta pocas semanas antes del fatídico día con Desmond y su equipo de Asesinos llegando al enclave de la Primera Civilización que se mostraba al final de Assassin's Creed: Revelations. Sin embargo la salvación del planeta no va a ser tan sencilla como se esperaba y es que todo dependerá de llegar a una sala cuya puerta necesita de una llave que nadie sabe donde está ni que aspecto tiene. Es el momento de que Desmond vuelva al Animus a buscar respuesta y será cuando se produzca la primera sorpresa de Assassin's Creed 3.

Este nuevo Assassin's está lleno de sorpresas y novedades y la primera llegará cuando se compruebe que, después de tantas noticias y vídeos sobre Connor, en el prólogo de perfectamente varias horas aparezca Haythan Kenway, un personaje del que nunca se había oído hablar pero que pondrá en marcha una serie de acontecimientos que marcarán para siempre la vida del Nuevo Continente, de Connor y la lucha entre Templarios y Asesinos.

Cuando por fin se conozca a Connor, el jugador se dará cuenta de cual diferente es de sus antepasados. Mientras que Altaïr fue creado en el seno de la Hermandad con conocimiento pleno de la lucha milenaria de la que formaba parte y Ezio era un joven noble de la Florencia renacentista descendiente de Asesinos en activo, Connor simplemente es un niño indígena cuya máxima preocupación es la de jugar al escondite con sus amigos y cazar. Algo que cambiará de repente teniendo en cuenta la tensión vivida entre los patriotas y los Casacas Rojas de la Corona Británica.

Es un punto muy importante a su favor el que tiene Assassin's Creed 3 con la evolución de Connor a lo largo de los 30 años que transcurren porque la historia del Asesino es paralela y va ligada a la historia de cómo nacieron los Estados Unidos.

Una nación cuyas ciudades de Boston y Nueva York están perfectamente ciudades y trasladadas a Assassin's Creed 3 tal y como eran en la Guerra de la Independencia, así como la interacción con los ciudadanos de a pie y el trajín de la vida diaria en un ambiente de descontento y tensión sabiendo que una guerra está a punto de comenzar. Sobresaliente además para la presentación de los acontecimientos reales que tuvieron lugar en este periodo de la historia.

Volviendo al presente, en esta ocasión Desmond tendrá mucho mayor protagonismo y tendrá tres ocasiones para poner a prueba sus habilidades de Asesino frente a los Templarios actuales.

La Frontera

Si hay un escenario revolucionario y en el que más horas se va a echar es sin duda La Frontera, lugar de origen de Connor y una amplia extensión de bosques, acantilados y ríos. Decenas de accidentes geográficos donde el parkour cobra una nueva dimensión a la hora de escalar árboles de decenas de metros, entramados rocosos y cuevas o desplazarse de rama en rama.

Además está la posibilidad de tender emboscadas a caravanas de Casacas Rojas desde los árboles o cubierto en arbustos. Las formas de atacar son infinitas en este entorno y su multiplican aún más dependiendo de las condiciones atmosféricas del momento y el momento del día. Por ejemplo en invierno todo estará cubierto de nieve por lo que será más complicado correr. También habrá momento de lluvias torrenciales en los que los truenos podrán cubrir el ruido que haga Connor.

La Frontera es el lugar donde se llevará a cabo una de las principales novedades de Assassin's Creed 3: la caza, actividad que se merece un post exclusivo. Esta novedad de la saga, muy parecida a la de Red Dead Redempion, ha sido cuidada escrupulosamente hasta el punto de que a la hora de despellejar a un animal Connor se manchará el atuendo de sangre. Habrá varias formas de capturar a un animal, desde atacándole como si de un enemigo se tratase con la hoja oculta o sorprendiéndolo desde los árboles hasta métodos más elaborados como dejando trampas o cebos para atraerlos. Si aumentan las opciones de ejemplares que van desde inofensivas liebres o castores hasta ejemplares más peligrosos y que pondrán las cosas más difíciles como manadas de lobos, osos, linces o alces.

También en este paraje natural estará la posibilidad de coleccionar plumas de águila, requisito que habrá que lograr para llegar al 100% de sincronización y que pondrán a prueba la pericia del jugador con el parkour, y hogar de Los Hombres de la Frontera, un grupo de cazadores y habitantes del bosque que contarán leyendas del entorno para que Connor luego tenga que descubrir la verdad que se esconde tras ellas.

Gestionando recursos

Uno de los elementos más atractivos desde Assassin's Creed 2 ha sido sin duda la posibilidad de desarrollar enclaves y ciudades como Montegiorgio, Venecia, Roma o Constantinopla liberándolas del yugo templario y edificando librerías, herrerrías y una larga lista de negocios. Esta opción también es posible de ver en Assassin's Creed 3 pero con ciertos cambios.

Es innegable que desarrollar negocios como lugares de cortesanas no tendría mucho sentido cuando en las calles de Boston o Nueva York están siendo bombardeadas y hay una guerra de por medio, este es el principal motivo de porque no aparecen los gremios antiguos, exceptuando el de los Asesinos o ladrones, sin embargo la opción de desarrollo queda relegado a otro apartado del juego: potenciar la hacienda de Aquiles Davenport.

Este enclave situado próximo a la Frontera y desde el que se podrá viajar a cualquier otro lugar del juego en barco podría decirse que es una historia paralela a la trama de Connor metido en la Guerra de la Independencia. La Hacienda es un principio una casa de varias plantas parecida a una mansión pero sin llegar a ser tal cosa en muy mal estado y con un establo. Este es el lugar de residencia de Aquiles, el mentor de Connor. La misión del Asesino será la de ir encontrando a personas en problemas a las que les invitará a vivir con él y desarrollando de paso el lugar. Personas como herreros, posaderos, cazadores, carpinteros, médicos o mineros que a través de misiones secundarias eran mejorando La Hacienda.

Pero además hay otro punto a favor para completar este apartado de la historia y es que conforme más ayude Connor a estas personas con sus misiones y avance su trama en La Hacienda, ellos irán desarrollando mejores materiales para poder comerciar con los colmados de las ciudades a través de caravanas terrestres y marítimas. Connor podrá comprar materiales para la vida cotidiana como agua y alimentos o útiles para trabajar y pieles para luego desarrollar equipamiento más complejo y venderlo a un precio mayor. Será misión del jugador la de escoger la tienda que más pague por un material y despejar la ruta para que la caravana no corra riesgo de ser atacada.

Otra forma de aumentar los recursos es a través de la caza (vista anteriormente) o las Misiones del Gremio de Asesinos a lo largo de la costa americana. Además de aumentar la experiencia de los reclutas de la Hermandad, darán dinero a Connor y más materiales. Todo esto se podrá vender en los colmados pero no dará tantos beneficios como con las caravanas.

Nuevo sistema de combate

El sistema de combate ha sufrido un cambio de imagen en Assassin's Creed 3. Si con Ezio se tenía la sensación de ser prácticamente invencible y se podían ganar todos los combates sin importar el número de enemigos que hubiese eso se acabó. Para empezar la opción de Cubrirse con el arma y estar a la defensiva para esperar a hacer un contraataque (así se resolvían todos los combates sin problemas) ha desaparecido. En su lugar Connor simplemente puede atacar o contraatacar dependiendo de la IA del enemigo.

Vamos por partes: a la hora de atacar y dependiendo del tipo de enemigo este encajará los golpes o filigranas que le lance Connor existiendo la posibilidad de que que el rival le responda o le esquive. Lo mismo puede ocurrir con el Asesino frente a enemigos más duros, éstos le lanzarán ataques frente a los cuales Connor solamente podrá usar su arma como defensa para realizar un contraataque si se presiona a tiempo el botón correspondiente para posteriormente empujar al enemigo o golpearle. De hecho habrá oponentes que simplemente podrán ser derrotados si se emplean objetos del escenario ya que podrán defenderse y contrarrestar todos los ataques de Connor.

La dificultad en los combates se ha aumentado indudablemente en Assassin's Creed 3. Esas situaciones en las que el Asesino estaba rodeado de enemigos pero solamente uno atacaba es cosa del pasado. Ahora muy fácilmente Connor puede estar rodeado de 15 o 20 enemigos y ser atacado por tres al mismo tiempo (esto sin la posibilidad del botón de Defensa complica bastante la cosa) sin que se estorben entre sí. De hecho habrá momentos en los que se podrá realizar un doble contraataque y acabar con ambos rivales al mismo tiempo. Para colmo, no basta con estar rodeados de enemigos sino que puede darse el caso de que mientras se lucha con grupos numerosos sin apenas espacio, una fila de cinco soldados están cargando sus bayonetas para disparar por lo que habrá que cubrirse usando a un enemigo como escudo.

Con todo lo anterior es muy atractivo ver combates frenéticos con la seguridad de que habrá que esforzarse todo lo posible para salir airoso y de que cuando tenemos a un enemigo prácticamente vencido no se le podrá rematar porque habrá otro que vaya en su auxilio. Este nuevo sistema es idéntico al que se vio en la película El Patriota de Mel Gibson, sobre todo cuando se está usando el tomahawk en una mano y la hoja oculta en la otra en forma de cuchillo.

Respecto a las armas, hay una amplia variedad: desde las típicas espadas y hachas de guerra hasta cuchillos, mosquetes de uno o varios proyectiles al mismo tiempo, dardos envenenados y cuerdas para colgar a los enemigos o ahorcarlos.

Capitán Connor

Si La Frontera es el escenario más revolucionario el apartado de la historia más destacable es cuando Connor se pone al mando del Aquila, un buque de guerra, y se pone rumbo a las misiones navales. Se podría hablar perfectamente con un post igual de largo que este de esta novedad pero principalmente estar al timón del barco le llevará al videojugador bastantes horas. Hay que tener en cuenta que habrá que librar batallas en amplia inferioridad numérica mientras se lidia con tormentas y aguas embravecidas del Mar del Caribe, realizar Contratos de Corso y despejar rutas marítimas.

Un Assassin's Creed 'interminable'

Aparte de los Gremios de Asesinos u Hombres de la Frontera, hay mucho por hacer en Assassin's Creed 3. Existen otros grupos como Los Púgiles de Boston, El Club de Ladrones o La Sociedad de Caza con multitud de retos y misiones secundarias para realizar. También existen coleccionables como páginas de almanaques de Benjamin Franklin, cofres o Baratijas de Pata de Palo para descubrir un tesoro con el Aquila. Además hay minijuegos parecidos a la petanca o las damas y misiones de liberación, conquistar fuertes y descubrir los túneles y entradas subterráneas de Boston y Nueva York. Actividades que extenderán hasta más de 30 horas la duración del juego.

Ni que decir tiene que Assassin's Creed 3 cuenta con modo multijugador renovado y ambientado en la época y el entorno de la Guerra de la Independencia mucho más atractivo que el mostrado en sus predecesores con modos de juego tanto individuales como por equipos.

Conclusiones

Assassin's Creed 3 es un juego imprescindible para tener en cuenta y adquirir en las próximas Navidades. Es una revolución como Assassin's Creed 2 supuso comparado con su antecesor. Todo el juego ha sido perfectamente diseñado para dar una experiencia realista y sumergir al jugador en el ambiente y las batallas de la Revolución Americana, aunque quizás con algún que otro bug que habría que solucionar pero que no estropea la jugabilidad. Novedades como toda La Frontera o las Batallas Navales hacen que el juego sea mucho más atractivo aún si cabe con Connor, un personaje, que ya se ha ganado un hueco en la saga y del que se esperan y desean nuevas aventuras en el futuro.

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