Análisis Driver: San Francisco
Volvió John Tanner con sus persecuciones vibrantes. Volvió el
momento de forzar al máximo un coche y la saga Driver volviese a ser lo que
era. Driver: San Francisco presenta una historia que engancha con novedades tan
espectaculares como el Shift y, por primera vez, un Modo Multijugador que hará
al jugador demostrar cuánto vale en 19 originales modos de juego.
A principios de septiembre de 2011 salía Driver: San
Francisco un juego de conducción que, a pesar de los juegos posteriores de
coches que han salido, sigue siendo el mejor en su género presente en el
mercado. El quinto juego de la saga creada por Ubisoft, tras dos juegos que
decepcionaron bastante (Driv3r y Driver: Parallel Lines), recoge lo mejor de
los dos primeros Driver para Playstation para recuperar la esencia de la saga y
adaptarla a los nuevos tiempos.
Este nuevo Driver, como su nombre indica, traslada al
jugador a la ciudad de San Francisco con dos de los personajes más emblemáticos
de la saga. El detective y experto conductor John Tanner circula por la ciudad
cuando recibe un aviso de que el delincuente Charles Jericho ha realizado una
sorprendente fuga cuando estaba siendo trasladado de prisión.
Tanner junto con su compañero Jones comienzan una
persecución por las calles de San Francisco tras el preso fugado que se saldará
con un accidente y el protagonista del juego en coma. Parece que es el final de
la aventura para el detective pero no, este es el comienzo ya que acto seguido
se le vuelve a ver conduciendo por San Francisco y descubriendo un hecho
inesperado tanto para él como para quien está sujetando el mando: el Shift.
Toda la ciudad al alcance de un botón
La principal novedad de Driver: San Francisco es sin duda el
Shift. Tanner es omnipresente y podrá estar en cada uno de los coches de la
ciudad, aparte del suyo, ya que tiene la capacidad de poseer la mente y el
cuerpo de todos los conductores sin que los copilotos se den cuenta. Sin
saberse si es un poder despertado gracias al accidente o un sueño, esta
habilidad hace que se multiplique la jugabilidad a límites insospechados hasta
la fecha.
El jugador puede ver todo San Francisco desde el aire,
acercarse o alejarse de la misma, y seleccionar el coche que prefiera para
controlar a su conductor sin importar el vehículo, ya sea un turismo, un coche
de policía, camiones de bomberos y un largo etc.
El Shift se puede usar incluso durante el transcurso de una
misión aumentando considerablemente las opciones de éxito. Por ejemplo en las
carreras se puede abandonar nuestro coche para tomar el control del que viene
por el carril contrario de frente y embestir al rival de frente, o si se
produce un robo dejar asombrado al ladrón que va de copiloto al ver como nos
entregamos dócilmente a la policía. Lo dicho, las posibilidades son infinitas.
Hay que tener en cuenta dos aspectos: el primero es que
mientras Tanner está suspendido en el aire escogiendo un coche la actividad en
San Francisco se ralentiza mientras que el segundo es que todos los coches
están a nuestra disposición salvo aquellos contra los que compita Tanner.
Sencillez y diversión
La mecánica en Driver: San Francisco es muy sencilla. Al
margen de la trama principal que se dividen en nueve actos hay mucho que hacer
por toda la ciudad. Para poder acceder a las misiones principales de la
historia y acabar con el plan maestro de Jericho hay que realizar primero una
serie de actividades. Estas actividades cuyo número asciende a 50 son de las
más variadas: puede haber carreras clandestinas que haya que ganar o detener
lanzando coches contra los competidores, proteger furgones policiales o por
ejemplo persecuciones donde hay que despistar a la policía para saber donde se
esconde Jericho.
Mientras más actividades y misiones principales se vayan
completando se van desbloqueando nuevas zonas de la ciudad de San Francisco y cada
uno de los 80 retos de maniobra, sprint o carrera que ponen a prueba la
habilidad de los jugadores.
Para superarlos hay que saber escoger qué vehículo utilizar
y es ahí donde entran los numerosos garajes que hay repartidos por la ciudad y
donde se podrán comprar hasta 140 coches. La amplia gama de vehículos está
compuesta por utilitarios, todoterrenos, coches de policía, deportivos,
camiones e incluso un Delorean como el de Regreso al Futuro (es curioso ver qué
ocurre cuando se alcanzan los 140 km/h horas con él).
Aparte también se puede aumentar la Barra de Habilidad la
cual permite ejecutar nuevas acciones como el Turbo o Embestir a los rivales
que son de gran utilizar para superar tanto retos como misiones.
Driver: San Francisco cuida todos los detalles gráficamente
hablando con una IA autónoma. Esto quiere decir que los rivales en las carreras
no dudan en poner las cosas muy difíciles y embestirnos e intentar que se
pierda el control del coche siempre que tengan la ocasión. Cuando esto ocurre
los coches se van rayando y destrozándose por lo que habrá que hacer Shift
siempre que el reto lo permita o comenzar de nuevo la misión.
Aunque este Driver sigue siendo un juego de conducción y de
policías contra ladrones no está exento de su toque de humor. Esto viene a través
del humor ácido e irónico de Tanner cuando posee a otros conductores y las
reacciones de los copilotos cuando ven como de repente la anciana que tienen al
volante acelera a tope o hace derrapes. De la misma forma ocurre cuando se mete
en el cuerpo de una mujer que está hablando con su pareja y confesando su
infidelidad
Para completar este gran juego de conducción y como no podía
ser de otra forma, Driver: San Francisco incluye un Modo Multijugador bastante
completo y variado. Conforme más nivel se vaya adquiriendo se irán
desbloqueando nuevos modos de juego y vehículos más potentes. Primero habrá que
realizar una prueba de calificación para ver en que posición se sale en la
partida de cada uno de los 19 modos que hay. Estos se resumen en carreras y
sprints clásicos o en los que se puede hacer shift, captura de bandera o bases
rivales y pruebas individuales o en equipo que amplían aún más las 10 horas que
dura la Historia.
Este Driver incluye además el Modo Director de Cine para
editar vídeos con los últimos minutos de la partida y compartirlos así como
poder comparar estadísticas con otros usuarios en el Driver Club y poner los
logros realizados en Twitter y Facebook.
Conclusiones
En resumen Driver: San Francisco coge lo mejor de los
mejores juegos de la saga y lo potencia presentando novedades que no estropean
la escencia de Driver. El Shift resulta ser un gran invento que, a pesar de ser
la innovación más destacada, no llega a quitarle el protagonismo a una historia
que engancha. Este quinto juego de la saga promete horas de diversión sin
contar con un Modo Multijugador que hace las delicias de los amantes de los
juegos de conducción. Definitivamente cumple las expectativas de los que buscan
un título de coches y persecuciones vibrantes por lo que es imprescindible
tenerlo.
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