El descubrimiento de América en Assassin’s Creed II Discovery

Assassin’s Creed 3 tendrá lugar en el Nuevo Mundo. Un continente de cuya existencia tenían constancia tanto Asesinos como Templarios mucho antes de 1492. En este relato narra cómo el Asesino Ezio Auditore participó en el final de la guerra entre cristianos y musulmanes en España, en las intrigas de la Inquisición y en la ayuda a Cristóbal Colón para que cambiase el mundo.

La lucha entre Templarios y Asesinos se ha llevado realizando a lo largo de los siglos y ambos grupos han participado en acontecimientos y momentos históricos de gran relevancia como las Cruzadas o el Renacimiento Italiano. Así que no es de extrañar que participasen en uno de los momentos más importantes de la historia de la Humanidad: el descubrimiento de América.

En Assassin’s Creed 2, el Asesino Ezio Auditore pasó 11 años viajando por Europa en el periodo de tiempo desde que consiguió el Fruto del Edén hasta que se enfrentó a Rodrigo Borgia en el Vaticano. Paréntesis en el cual fue testigo de acontecimientos históricos. Esta fue su contribución a Cristobal Colón, la cual puede conocerse y vivirse en el juego Assassin’s Creed II Discovery:

Un Nuevo Mundo conocido

Antes de 1492 y de que Colón realizase su travesía a través del Atlántico eran muchos los que conocían la existencia del Nuevo Mundo, entre ellos los Templarios. De hecho el Asesino Altaïr ya lo sabía en plenas Cruzadas cuando el Fruto del Edén le reveló en un mapa tierras más allá de España y Portugal por lo que no es de extrañar que cuando los Templarios tuvieron en su poder uno de estos objetos también descubriesen ese nuevo continente al oeste.

¿Entonces por qué se tardó tanto en descubrir América? La respuesta es simple: porque a los Templarios no les interesaba de momento y prefería que España siguiese centrada en otros asuntos como la Reconquista.

La guerra española entre Cristianos y Musulmanes se prolongaba en el tiempo por órdenes de Rodrigo Borgia. Esto mantenía ocupada a la reina Isabel I de Castilla para que no financiase la expedición de Colón. El líder Templario convenció al explorador a que viajase a Venecia para encontrar financiación, noticia que llegó a oídos del Asesino Luis de Santángel, quien además era amigo de Colón, y no dudó en acompañarle en su viaje a la ‘Ciudad de los Canales’.

Ya en Venecia Santángel se reunió con el líder del Gremio de Ladrones, Antonio, solicitándole ayuda y este a su vez se la pidió al Asesino Ezio Auditore. Mientras, los templarios le tendieron una emboscada a Colón de la que podía haber escapado muy mal si no llega a ser por la aparición del Assassins.

Los templarios y la Inquisición

Puesto a salvo Cristóbal Colón, Ezio tuvo que viajar a España ya que según la había comunicado Santángel, varios Asesinos españoles habían sido arrestados por orden de la Inquisición, impulsada por el templario Tomás de Torquemada. La primera parada de Auditore fue Barcelona donde conoció al Asesino Rafael Sánchez quien le informó que Gaspar Martínez era quien estaba detrás de los arrestos.

Tras acabar con Martínez, Ezio y Rafael viajaron a Zaragoza para liberar a sus compañeros e interrogar al inquisidor local Pedro Llorente, cuyas revelaciones les hizo descubrir a Ezio que Borgia estaba empleando a la Inquisición para acabar con los Asesinos españoles.

La siguiente parada fue Granada, último reducto de resistencia musulmana en territorio español, para poner fin a la presencia templaria. Ezio se infiltró en el Palacio de la Alhambra y liberó al rey granadí, Mohamed XII (Boabdil) y le aconsejó de que firmase la paz con Isabel I, poniéndole fin a una guerra de siglos que habían impulsado los templarios.

Por su parte la Inquisición no se quedó quieta sino que Torquemada envió al inquisidor Juan de Marillo a Granada a acabar con los ‘herejes’. No cumplió con su cometido ya que fue víctima de la hoja oculta de Auditore.

Rumbo a América y final de la intriga inquisicional

Terminada la guerra contra los musulmanes, la Reina Isabel barajaba la idea de financiar a Colón pero antes de que finalmente diese el visto bueno a la expedición los templarios intentaron acabar una segunda vez con el explorador haciéndole creer que eran Francia esta vez quien pretendía darle su apoyo. Defendido una vez más por Ezio y con Colón a salvo, la Reina finalmente accedió a permitir y facilitar el viaje.

Torquemada en cambio decidió vengarse de los Asesinos y ordenó el arresto de Luis de Santángel y Rafael Sánchez. Ezio dio caza al templario cansado ya de los constantes ataques a la Orden de Asesinos y tras una intensa lucha Torquemada escapó.

Auditore podía perfectamente haberle perseguido pero prefirió no hacerlo ya que le consideró un insignificante peón en manos de los templarios de una partida mucho más compleja y cuya muerte habría empeorado la situación.

Con Colón navegando y poniendo rumbo sin saberlo a América, Ezio regresó a Italia, dejando a las Asesinos españoles preparándose para defenderse del creciente poder de la Inquisición.